DONZELLE, MALLORCA

El proyecto Donzella está situado al borde del centro de Sa Ràpita, desde donde se divisa el Mediterráneo. Rodeado de antiguas casitas costeras típicas de esta región, los residentes podrán disfrutar de la tranquilidad al borde del mar.

El proyecto está diseñado dentro del «genius loci» del barrio. Las tipologías y materiales locales se incorporan al edificio, dándole una identidad del lugar. Volumétricamente, recoge aspectos de la arquitectura mediterránea, como el patio y la terraza (cubierta).

El patio central organiza el acceso a las cuatro unidades residenciales. Se trata de un espacio fresco y en sombra con una escalera de caracol central, a través de la cual se accede a las unidades de la azotea y a la terraza, respectivamente. En el la fachada de la calle, las terrazas están orientadas al suroeste. Diseñadas como habitaciones al aire libre, funcionan como espacios de transición entre lo privado y lo público. De este modo, cada piso disfruta de vistas al mar y a la puesta de sol, en consonancia con las tradiciones mallorquinas.

Los cuatro apartamentos son similares pero conservan su individualidad en según la posición dentro del volumen. Las dos viviendas de la planta baja tienen un pequeño jardín trasero en el que se puede integrar una piscina privada. Sin embargo, las de la planta superior tienen acceso a la azotea. Se trata de un «solarium» de 75 m2 con vistas al Mediterráneo en el que se puede disfrutar de una barbacoa o remojarse en un jacuzzi.

La planta se compone por un sencillo esquema compacto que permite aprovechar al máximo cada estancia. El acto de concentrar todos los electrodomésticos y paredes en un núcleo central libera la fachada, permitiendo que la luz entre en cada habitación y se conecten visualmente ambos lados de la vivienda. Esto también permite la ventilación cruzada en todas las viviendas, proporcionando confort térmico de forma energéticamente eficiente. La distribución interior se divide en una zona de día, compuesta por salón, cocina y comedor; y una zona de noche, con dos dormitorios dobles con cuartos de baño en suite, que permite recibir invitados. Además, la elección de puertas correderas favorecen la amplitud de las estancias.

Por último, la fachada incorpora detalles locales para integrar el proyecto en su contexto. El uso de cerámica local y piedra de marés, materiales generalmente utilizados en la construcción de las casas de la región, le confieren una identidad mallorquina y ofrecen una sensación acogedora.